El martes la Secretaría de Finanzas anunció que iba a salir al mercado a recomprar deuda en dólares aprovechando el efecto provocado por la decisión de la FED de moderar la suba de tasas de interés. Sin embargo, el objetivo no se cumplió y el rojo del BCRA se engrosó.
Jueves 9 de febrero de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
En medio de dardos y peleas entre propios y ajenos sobre la deuda – en pesos y en dólares -, la Secretaría de Finanzas había anunciado el martes que iba a aprovechar la suba de tasas de interés anunciada la semana pasada por la Reserva Federal para proceder a recomprar deuda externa. Según informó el mismo secretario de Finanzas, Eduardo Setti, el anuncio de la FED generó una caída en los mercados emergentes lo cual beneficiaba al gobierno argentino para llevar adelante una recompra por el 20% de lo anunciado en el programa de unos USD 1.000 millones.
¿Qué motivo este anunció desde lo técnico?
Los títulos que está comprando la Secretaría estaban cotizando a menos de un tercio de su valor nominal.
¿Qué pasó con la operación?
Si bien el anuncio se hizo, el objetivo no se concretó. Y lejos quedó hacerse de los USD 200 millones de la deuda. El efecto: que el mercado terminó operando a la baja acompañando la tendencia global que viene afectando a todos los mercados emergentes desde la semana pasada cuando el directorio de la FED anunció una nueva suba en la tasa de interés de referencia.
¿Por qué sucede que los bonos de los emergentes están operando a la baja?
Porque los precios guardan una relación inversa con las tasas de interés: si los bonos del Tesoro Estadounidense mejoran su rendimiento, el valor de la renta fija tiende a bajar a nivel mundial. La deuda argentina fue una de las más golpeadas por esta situación, que cayó 3 veces más que el resto de la deuda correspondiente a las economías emergentes. El mundo está tomando una posición muy aversa al riesgo, en un contexto donde las tasas continúan subiendo inclusive por más tiempo de lo que se esperaba.
Cuando el secretario de Finanzas anunció que se iba a operar en el mercado por un 20% del programa anunciado por el ministro de Economía, los precios de los principales bonos subieron. Muchos que operaban a la baja, terminaron el día con una leve alza en los precios. Pero cuando los operadores hicieron las cuentas, notaron que la recompra no sucedió.
¿Cuánto se compró?
El martes la compra en lugar de ser por unos USD 200 millones habría sido de unos USD 25 millones. Desde el anuncio que realizara el Ministerio de Economía, en enero, a esta parte las operaciones habrían llegado a unos USD 556 millones, aproximadamente. Pero no todos los operadores bursátiles coinciden en estos valores, inclusive algunos creen que las operaciones están por debajo del volumen. Otros creen que el objetivo está en un 66%. Es posible que el gobierno esté haciendo rescates en el exterior, en ese caso, solo sabremos cómo resultó y cuánto fue el monto finalmente alcanzado cuando el programa finalicé y Hacienda presenté el balance de la operación. Inclusive hay quienes creen, dentro sel mercado bursátil que la política de recompra puede estar cerca de su fin.
¿Podría terminar el programa antes de lograr su objetivo?
Si, ¿por qué? Por el impacto que tiene sobre las flacas reservas del Banco Central. Ayer se conoció un nuevo informe de la Bolsa de Cereales de Rosario, que advirtió que estaríamos en presencia de la peor cosecha de los últimos 15 años, estimando una pérdida por unos USD 9.000 millones. Y eso es sólo en el caso de la soja, puesto que en el caso del maíz habría un impacto negativo por un 15%.
Si el martes por la mañana hablamos de que en cuatro jornadas el BCRA había ya acumulado un balance negativo de unos USD 190 millones, hoy ese monto habría saltado a los USD 300 millones. Esto se debe como mencionamos en el artículo del marte (Ver: “Se acrecienta la falta de reservas”) a las continuas intervenciones que está realizando la entidad dentro del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) y la caída de las liquidaciones del sector agropecuario. Sólo el miércoles, las ventas netas se posicionaron en unos USD 66 millones. Esta situación ya se vuelve preocupantes si tenemos en cuenta el fuerte cepo que existe y la altura del mes en la que nos encontramos.
Si con fuerte restricciones para acceder al MULC, la autoridad monetaria no puede detener la racha de ventas y la caída de las reservas, ¿hacia dónde vamos? Difícilmente se tome una decisión de ajustar el tipo de cambio más allá del crawling peg como se viene haciendo. El impacto social sería muy fuerte en un contexto político, económico y social que no sería el mejor para tomar este tipo de decisiones.
Esta situación tan delicada es lo que puede explicar que finalmente la decisión de llevar adelante una recompra del 20% del programa no haya sucedido y que quizás el mismo tenga que llegar a su fin antes de tiempo. Faltan dólares y el objetivo de mejorar la posición de la Argentina a nivel internacional, para lograr acceder a financiamiento más allá del FMI a tasas competitivas, está aún muy lejos.
¿Se viene más cepo?
Cuesta imaginar en un contexto como el actual, donde las restricciones para el mercado son ya muy altas, que pueda haber más cepo. Pero al mismo tiempo la sangría de las reservas y el anuncio de la peor cosecha de los últimos quince años parece armar un combo perfecto para que la situación alimente esta posibilidad. ¿Cómo? Probablemente, sea a través de las importaciones de bienes y servicios. Estos últimos fuertemente golpeados por la implementación del SIRASE. Hasta ahora, con un muy bajo nivel de aprobaciones el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) viene funcionando desde octubre golpeando fuertemente a las PyMES. Es esperable que ante este contexto el cuello de botella se achique cada vez más.
Hoy el BCRA tiene que vender divisas para afrontar el pago de las deudas generadas en los últimos seis meses, o más, con los diferentes sectores por la postergación de los pagos. Eso genera un terrible problema para los privados que cada vez se les complica más obtener financiamiento externo e interno. A medida que nos acerquemos al final del primer semestre, es probable que la situación se vuelva más compleja y el margen de maniobra para el pago de importaciones cada vez menor.
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