Nuevo marco comercial con Estados Unidos: implicancias técnicas y oportunidades para el comercio argentino
- mgyaninaslojo
- 14 nov
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El Marco para un Acuerdo de Comercio e Inversión Recíprocos entre Argentina y Estados Unidos constituye el entendimiento bilateral más amplio en décadas. Su contenido técnico revela un salto estructural en materia de armonización normativa, apertura selectiva y convergencia regulatoria. Este informe analiza los ejes técnicos y su potencial impacto en el comercio exterior argentino.
Viernes 14 de noviembre de 2025, Mg. Yanina S. Lojo

El acuerdo establece un paraguas institucional para modernizar las relaciones comerciales bilaterales. No un Tratado de Libre Comercio (TLC) cerrado, sino un acuerdo de marco que fija las bases para negociar preferencias arancelarias, reconocimiento de estándares, cooperación en inversiones y reglas de sostenibilidad. La declaración conjunta subraya una alianza basada en valores democráticos, libre empresa y mercados abiertos, integrando la política exterior argentina a las cadenas de valor de Norteamérica.
Ejes técnicos principales
El acuerdo prevé una serie de ejes técnicos que apuntan a modernizar las reglas del comercio bilateral y facilitar el acceso de productos y servicios entre ambos países. En materia de aranceles y acceso preferencial, se contemplaría la eliminación o reducción de derechos de importación para productos considerados estratégicos. Entre ellos se destacan la carne vacuna, con la creación de una cuota de 80.000 toneladas a un arancel reducido; el acero y el aluminio, que volverían a ingresar bajo cupos con gravámenes casi nulos, restaurando condiciones previas a 2018; y los minerales críticos como el litio y el cobre, para los cuales se abre un capítulo específico orientado a promover inversiones y un comercio seguro. También se incluyen insumos farmacéuticos no patentados, que obtendrán acceso preferencial con el objetivo de mejorar la competitividad industrial.
En el plano de las normas técnicas y sanitarias, Argentina reconocerá los estándares de Estados Unidos o de organismos internacionales, lo que representa un cambio profundo en materia de homologación y control. Esto implica aceptar los estándares de seguridad y emisiones de la NHTSA y la EPA para vehículos; admitir automáticamente medicamentos y dispositivos médicos aprobados por la FDA; y simplificar los registros del SENASA para alimentos y productos agropecuarios, mediante la aceptación de equivalencias sanitarias. Este alineamiento reduce tiempos de certificación y costos logísticos, generando un marco de convergencia técnica inédito en la relación bilateral.
En cuanto a propiedad intelectual y trazabilidad, el acuerdo buscaría reforzar la protección de patentes, marcas y derechos de autor, alineando la normativa argentina con los estándares internacionales del USTR. Asimismo, incorporaría un sistema de trazabilidad laboral y ambiental que prohíbe el ingreso de bienes producidos con trabajo forzoso y promueve el control de la tala y la pesca ilegal, fortaleciendo la transparencia en las cadenas de suministro.
Otro capítulo relevante es el de comercio digital y facilitación, que incorporaría compromisos sobre el flujo transfronterizo de datos, la seguridad cibernética y la simplificación aduanera. Se buscaría mejorar la interoperabilidad documental y avanzar hacia la digitalización integral de los procesos de comercio exterior, reduciendo burocracia y costos operativos.
Finalmente, el acuerdo establecería pautas de transparencia y gobernanza mediante la creación de mecanismos de revisión periódica y comités técnicos mixtos encargados de supervisar el cumplimiento de las disposiciones y proponer actualizaciones normativas. Este componente institucional apunta a garantizar la estabilidad y previsibilidad del marco comercial a largo plazo.
Impacto para exportadores
El nuevo marco buscaría ampliar el potencial de inserción en el mercado estadounidense, especialmente en carne, acero, aluminio, agroindustria y minería. Además, el reconocimiento de normas técnicas reduce barreras y mejora la competitividad de las pymes exportadoras. La previsibilidad regulatoria y la cooperación en minerales críticos también pueden atraer inversión extranjera directa en energía y manufacturas.
Impacto para importadores
Los importadores se beneficiarían de una reducción de costos y tiempos de ingreso, especialmente en tecnología, maquinaria, autopartes, medicamentos y equipos médicos. El reconocimiento de certificaciones externas favorecerán un comercio más ágil y transparente. Sin embargo, requerirá adaptación normativa por parte de ARCA, ANMAT, INTI y SENASA para su efectiva implementación.
Próximos pasos
El texto final deberá atravesar la revisión jurídica y la firma formal, con probable aprobación legislativa. Luego se iniciará la adecuación reglamentaria de los organismos involucrados y la notificación al Mercosur por las preferencias concedidas. Su implementación efectiva dependerá de la armonización técnica y la estabilidad macroeconómica interna.
Hacia el futuro
El acuerdo sienta las bases para un nuevo modelo de integración. La clave será traducir esta apertura normativa en competitividad real, productividad y previsibilidad para el comercio exterior argentino.




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