El Senado de la Nación aprobó la prórroga de la Ley de 2021 que establecía un blanqueo de capitales orientado a la construcción. Estamos ante la reedición de una acción ya implementada cada vez que el gobierno de turno quiere hacerse de dólares guardados bajo el colchón y aumentar la recaudación.
Viernes 18 de agosto de 2022 Mg. Yanina S. Lojo
A comienzos de 2021 se aprobó la Ley de Incentivos a la Construcción Federal Argentina y Acceso a la vivienda. La misma había tenido como objetivo captar unos USD 5.000 millones de los sectores medios que, según quienes abogaban por la ley, no habían encontrado opciones de inversión atractivas.
Ayer el ministro de economía anunció que la semana que viene se producirían anuncios que tendrían como objeto "la libre disponibilidad de dólares y beneficios impositivos para aumentar la inversión privada en materia de construcción". Este anuncio viene relacionado con la noticia que se dio a conocer el martes. El Senado había dado luz verde a la extensión del blanqueo de capitales en moneda extranjera para construcción y desarrollo inmobiliario. Los cálculos más alentadores estiman que se podrían atraer casi USD 4.500 millones. Menos de lo que se esperaba en 2021 aun cuando desde el gobierno dicen que este programa tiene mejores beneficios.
¿En qué consiste el blanqueo?
Consiste en convocar a tenedores de moneda extranjera a ingresar al sistema financiero, quienes deben asumir el compromiso de invertir en el sector inmobiliario y de la construcción dentro de un plazo establecido. En contraprestación deberán pagar una tasa al fisco.
¿Qué plazo se estableció?
A diferencia del primer blanqueo que presentó el presidente Fernández que duraba 120 días, este durará hasta 360 días. La condición principal es que se haya completado el 50% de la obra al momento de que finalice la ley o que la construcción esté finalizada en el plazo de 360 días de cuando se ingresa.
¿Quiénes pueden acceder?
Todas aquellas personas físicas o jurídicas que lo deseen, no estando obligados a declarar la fecha de compra ni el origen de la tenencia que ingresan al blanqueo.
¿Cuál es el esquema de tasas establecido?
Aquellos que ingresen en los primeros 90 días pagarán una tasa del 5%. Los que ingresen a los 180 días la tasa será del 10%. Luego la tasa pasa a ser del 20%. El anterior blanqueo, por problemas en la implementación, logró ponerse operativo dejando sólo una ventana de 9 días hábiles para acceder a la tasa del 5%. A esto se le sumaron: los problemas para llevar adelante las operaciones bancarias asociadas al ingreso de los fondos y las restricciones por el COVID-19.
¿Qué beneficios le genera a los que ingresan?
En primer lugar, las personas que ingresan quedan liberadas de toda acción civil, comercial, penal cambiaria, penal tributarial y aduanera y de infracciones administrativas.
Asimismo, quedan exceptuados del pago de una serie de impuestos: impuesto a las ganancias, salidas no documentadas, transferencia de inmuebles, ITI para personas humanas, impuesto al cheque, bienes personales y contribución especial sobre el capital cooperativo.
En el caso del impuesto a bienes personales, la eximición es sobre el valor de la inversión realizada y desarrollada directamente o a través de terceros desde su comienzo hasta la finalización del proyecto, adjudicación o enajenación del derecho y/o participación que se originó, lo que ocurra primero dentro de un plazo máximo de 2 períodos fiscales.
¿Cuál es el plus que ofrece este blanqueo?
El plus que ofrece es que les permite a los inversores ingresar por una única vez los dólares de la inversión al mercado del contado con liquidación (CCL) o al MEP - aunque es opcional -, mientras que la tasa a pagar se calculará al tipo de cambio oficial. El dato: gracias a la brecha que hay entre el tipo de cambio oficial y el resto de las cotizaciones, este tipo de operaciones le brindaría al inversor la posibilidad de reducir el impacto de la tasa a pagar.
¿Cuál es el lado B?
Por un lado, la ley establecía como fecha límite el 31 de diciembre de 2022 para invertir cuando se destinaran los fondos a proyectos inmobiliarios (dado que se contempla la compra de una propiedad ya terminada como opción válida para ingresar al blanqueo). Por lo cual, debería ser prorrogada porque los plazos otorgados superan ese deadline. Lo mismo sucede con el beneficio para la eximición del pago de bienes personales que quedaba fijado hasta diciembre de 2022.
¿Sirven los blanqueos de capitales?
El primer blanqueo fue realizado por Raúl Alfonsín en 1987, y de ahí en adelante, se realizaron 5 más, al cual se sumará este nuevo si se instrumenta la semana próxima. Uno durante el gobierno de Carlos Menem, dos durante la presidencia de Cristina Kirchner, uno durante el gobierno de Mauricio Macri y al implementado en 2021 por Fernández se le sumará esta nueva edición.
En general, más allá de querer repatriar fondos, el principal objetivo es el de incrementar la recaudación del Estado Nacional. Con las tasas ofrecidas, la segunda edición del blanqueo del gobierno de Fernández se ubica entre los más caros para los inversores. El primero impulsado por Cristina Kirchner fue de los más caros y el impulsado por Domingo Cavallo fue el más conveniente.
La industria de la construcción motoriza la economía, y es importante potenciarla. A los fines recaudatorios si se logra convencer a los inversores puede dar resultados. Pero para ello se necesita que el mercado confíe en la economía. ¿Qué significa esto? Que se le dé a los inversores confianza, seguridad y un horizonte económico claro. Pero el mensaje que se le brinda a la sociedad en su conjunto es pésimo: se incentiva el incumplimiento y la evasión. Es el mismo mensaje que se transmite cuando se ofrecen moratorias muy laxas. El contribuyente interpreta que es mejor no pagar y esperar a que llegue la moratoria, que por efecto de la inflación y las bajas tasas con las que se penaliza, hace que el impacto impositivo sea menor. ¿No sería mejor bajar la carga impositiva para potenciar el sector? ¿No sería mejor darles beneficios a los desarrolladores? ¿No sería mejor hacer una ley de alquileres que realmente sea conveniente tanto para el propietario como para quien alquila?
El primer blanqueo que presentó el presidente Fernández esperaba USD 5.000 millones, ahora se esperan USD 4.500 millones. El primero no logró su objetivo. Ahora habrá que ver y esperar. En este contexto económico le pregunto a Usted, lector, ¿invertiría sus dólares en el sector inmobiliario o preferiría esperar y ver?
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