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¿Le decimos adiós al dólar turista?

Al reclamo de los industriales, se sumaron la CAME y otras cámaras empresariales, y el gobierno parece estar escuchando. Más por necesidad que por consideración, estarían evaluando cómo encarecer o dificultar el acceso al dólar tarjeta o turista.

Martes 13 de septiembre de 2022 Mg. Yanina S. Lojo


Con el mundial de Qatar a la vuelta de la esquina, las presiones sobre el gobierno se han incrementado tanto interna como externamente. Por un lado, el BCRA que tiene escasas reservas y donde el dólar por turismo representó una de las fugas más significativas - teniendo en cuenta que la mayoría de las operaciones con dólares se encuentran reguladas-, llegando a julio de 2022 a más de USD 700 millones (estos niveles son inferiores a los prepandemia). Y mientras muchos industriales reclaman que no pueden traer una máquina, y otros viajan por el exterior gastando con la tarjeta de crédito, el ministerio de economía evalúa qué medidas puede implementar para calmar a unos, y no golpear al sector turismo gravemente.

¿Qué es el dólar turista o dólar tarjeta?


Es aquel que grava todas las operaciones que se realizan con la tarjeta en el exterior tanto para la adquisición de bienes como de servicios. En el caso de los servicios, basta con que una de las partes sea no residente para ser aplicado este tipo de dólar. Por ello, al pagar Icloud, Netflix u otro tipo de plataforma en dólares, los consumidores se ven afectados por esta cotización más alta, aunque el servicio se presta de manera local.

Tras la última modificación que realizó el gobierno, este dólar se compone del tipo de cambio oficial ($148,75) más el Impuesto país cuya alícuota se ubica en el 30% más el anticipo o pago a cuenta de ganancias y bienes personales que en julio pasó del 30% al 45%. Hoy la cotización del dólar tarjeta se ubica en $260,31 mientras que el blue cerró en $272.-


¿Qué pasó con los monotributistas?


Según informó la AFIP, 151 monotributistas compraron entradas para ver el mundial y no tendrían ingresos para justificar dichas compras. Por ello, se los ha intimado a justificar el origen de los fondos, pero ya desde el organismo adelantaron que difícilmente les autoricen los USD 5.000 necesarios para el pago de los tickets. Argentina es uno de los países que más entradas compró para el mundial.


El reclamo del sector productivo


Desde el sector productivo, lo que se reclama es que ante la escasez de divisas se mejore el criterio de distribución. Si no hay dólares para importar insumos, maquinarias y repuestos, menos debería haber para que la gente viaje a ver el mundial, según los fabricantes. La lógica detrás de estos planteos es que pronto tendrán que tomar decisiones difíciles como suspender personal y parar líneas.


¿Qué se analiza?


Como se espera que durante noviembre los gastos con tarjeta de crédito suban, el gobierno está analizando la posibilidad de subir aún más la percepción de ganancias y bienes personales. Se baraja la posibilidad de incrementarla en un 10% adicional. ¿Por qué suben la percepción y no el impuesto? Porque si subieran la alícuota del impuesto sería confiscatorio mientras que la percepción, al ser un pago a cuenta, es más "discutible". Igualmente, muchos tributaristas ya consideraban la última suba como confiscatoria.


Antecedentes históricos


El cepo cambiario fue inaugurado en 1948 por el presidente Perón, pero fue el 1 de octubre de 1983 que se estableció un cepo especial para importaciones y viajes. Ya para 1989, poco antes de que Alfonsín cediera el poder a Menem, se decidió suspender la venta de dólares para la compra de pasajes al exterior. Para poder hacerse de un billete de avión había que tener los dólares. O bien, muchos argentinos cuentan que realizaban la compra a través de Uruguay. El contexto político era diferente, pero hay ciertas similitudes como exportadores postergando la liquidación, importadores tratando de adelantar compras, ahorristas dolarizando carteras y sacando los fondos de los bancos, así como también productores anticipando subas de precios y una inflación que quiere descarrilarse, pero que aún se logra controlar.


¿Qué podemos esperar?


No sería de extrañar que el gobierno se vea obligado a tomar alguna decisión con respecto al dólar tarjeta, probablemente más orientada a la suba de las percepciones que a la prohibición de los gastos en dólares con la tarjeta de crédito. Esta medida tendrá un impacto bajo en la fuga de capitales, pero sí tendrá un mayor impacto en la recaudación, algo que beneficiaría mucho a un gobierno que necesita hacerse de recursos para solventar los niveles altísimos de gastos. Además, sería una manera de mostrar buena predisposición a los sectores productivos. Claramente, no va a servir de mucho. Las importaciones van a seguir trabadas porque con USD 700 millones por mes, poco hacemos para ayudar al sector productivo. La medida sería el equivalente a querer tapar el sol con el pulgar. Quizás algún día demos en la tecla y logremos salir adelante.

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