Desde Economía continúan las negociaciones para tratar de lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional antes del 30 de junio. Mientras tanto las reservas siguen cediendo. ¿Cuál es la situación actual?
Lunes 26 de junio de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
El viernes pasado el Banco Central vendió nuevamente reservas y profundizó la sangría de las arcas del Estado. Antes los próximos pagos, es necesario que el gobierno cierre el acuerdo con el FMI para garantizarse la llegada de dólares frescos.
Las reservas al límite
El viernes las reservas brutas del Banco Central cerraron en USD 31.274. Esto se produjo debido a la necesidad de vender unos USD 125 millones para abastecer al mercado de cambios oficial. Los exportadores liquidaron a través del Programa Incremento Exportador unos USD 20 millones, por lo que el saldo vendedor se ubicó en los USD 105 millones.
El saldo negativo del mes de junio se ubica ya en los USD 550 millones, con un acumulado anual negativo de USD 2.500 millones.
¿Por qué el fuerte salto de ventas? Según señalaron las fuentes oficiales esto se debió a pagos de operaciones en yuanes, que al ser feriado en China se acumularon para el final de la semana.
Se aceleran las negociaciones
Este lunes se firmaría un convenio con países que integran el famoso Club de París. ¿Con cuáles? Serían Francia, España y Suecia. Y podría sumarse Japón. El objetivo: un nuevo financiamiento bilateral. Los tres Estados mencionados pueden gestionar líneas de créditos con el Exim banks y otras entidades nacionales.
La necesidad de un acuerdo lo antes posible
El viernes el gobierno debe desembolsar unos USD 2.700 millones al FMI. En julio debería realizar un nuevo pago de USD 2.665 millones y los USD 1.000 millones para pagar bonos. Mientras que en agosto los pagos al organismo internacional deberán ser de unos USD 763 millones en intereses. La suma da un número vertiginoso para el nivel de reservas: USD 7.000 millones.
El viernes de no recibir un desembolso del FMI el gobierno debería utilizar los Derechos Especiales de Giro (DEG) más efectivo. El problema serían los vencimientos de julio. ¿Con qué se podrán pagar? El gobierno apunta a que el FMI apruebe la revisión del segundo trimestre y haga llegar el desembolso, para poder gestionar los pagos sin tener que recurrir a nuevas fuentes de financiamiento. El problema son las fechas porque la reunión del Directorio para tratar el tema argentino se pospuso para la primera semana de julio. De dar el visto bueno, llegarían unos USD 4.048 millones. No es suficiente, pero ayuda.
Mientras que durante el fin de semana desde Hacienda dejaron trascender que el acuerdo estaría próximo a cerrarse, la mayoría de los analistas privados prefiere ser cauteloso y esperar a que haya algún tipo de manifestación de parte del Fondo. ¿Qué se está negociando? Las metas. La Argentina incumplió con las metas de reservas, pero también las fiscales, por lo cual necesita que las mismas se modifiquen para poder cumplir con el acuerdo. Asimismo, como hemos señalado en otras oportunidades, se deberá negociar los próximos desembolsos. Nuestro país hoy con USD 20.000 millones menos de las exportaciones y un alto nivel de déficit no tiene margen para pagar los vencimientos que restan en este año.
Por ejemplo, de cumplir con las obligaciones que tiene entre fin de junio y principios de julio las reservas netas podrían tocar un valor negativo entorno a los USD 5.500 millones – un valor que puede ser mayor o menor dependiendo de los movimientos de los flujos de fondos -, lo cual hace temblar a propios y ajenos. Este sería el valor más bajo desde la salida de la convertibilidad en 2002.
Vencimiento de Bonos
El 9 de julio la Argentina tiene que pagar USD 1.000 millones en Globales y Bonares, los cuales se estima que unos USD 750 millones están en manos privadas. Por ahora, el ministerio de Economía no ha hecho ningún tipo de comentario sobre cómo enfrentará el pago de este vencimiento si no llegan fondos frescos.
¿Se viene un nuevo dólar soja?
Hasta la semana pasada era una posibilidad descartada, hoy no tanto. Se estima que quedan por liquidar unos USD 5.000 – USD 5.100 millones pendientes de liquidar. El problema es el tipo de cambio a ofrecer porque a $300 no habría interés, pensando que los productores tienen que esperar hasta la próxima cosecha de abril. El otro problema: al FMI este tipo de medidas no le gustan, aunque por la sequía aceptó el último programa.
Nuevamente conversaciones sobre el financiamiento de Brasil a las importaciones argentinas
Durante la jornada del lunes el presidente Fernández viajará a Brasil y se encontrará con su par Lula Da Silva. En el marco de este acuerdo bilateral donde se tratarán varios temas, se volver a conversar sobre la financiación de las importaciones argentinas desde nuestro vecino y aliado comercial.
Desde comienzo del año ambos países están negociando un acuerdo que podría alcanzar un monto de unos USD 600 millones. El problema: El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) que sería la entidad financiera que intervendría requiere de unas garantías que fueron solicitadas al Banco de los BRICS y, que al no ser miembro nuestro país, no fueron posibles de gestionar. Por ello, se espera la reunión de agosto para poder presentar la solicitud de ingreso.
Reloj no marques la hora
El tic – tac del reloj pone nervioso a muchos, pero a la Argentina más. Porque el margen para seguir negociando se está agotando. El viernes debería haberse llegado un acuerdo. El problema: las demandas de uno, los límites de otros. El FMI probablemente solicite un ajuste en el tipo de cambio – no quiere que los dólares que se desembolsen sean usados para sostener la brecha -, mientras que desde Economía se resisten. En un mes habrá elecciones y el timming para hacer un ajuste en el valor oficial sería muy malo desde lo político.
Muchos consideran que la decisión de nombrar precandidato a la presidencia al ministro de Economía le dio a éste un respaldo mayor para negociar con el organismo internacional. Más pensando que se le esta solicitando adelantos de fondos hasta 2024. Es posible que esto sea cierto. Pero a la vez, lo ha condicionado porque ahora tiene que trabajar en su campaña: ¿podrá tomar las decisiones que sean más sanas para la economía si estás perjudican sus posibilidades electorales?
Remes Lenicov, ex ministro de Economía de la República Argentina, cuando le preguntan sobre su trabajo durante el 2002-2003 hace hincapié en que en ese momento no podían pensar en sus proyecciones políticas, sus aspiraciones personales, porque de hacerlo no iban a poder tomar las decisiones necesarias para sanear la situación de nuestro país. Independientemente de estar de acuerdo o no con las medidas tomadas por el equipo económico que encabezó el exministro, nadie puede negar que dicha afirmación remarca un buen punto.
Hay momentos en donde para enfrentar la enfermedad, los tratamientos son muy feos pero necesarios para curar al paciente, y el médico los lleva adelante. No piensa en el día de mañana. Hace lo que es importante para preservar la salud general del individuo. Argentina hoy necesita que la curen, la pregunta es: ¿un ministro de Economía con proyección presidencial llevará adelante el tratamiento o buscará paliativos para llegar y después cuando las urnas se hayan expresado evaluará el camino a seguir? Veremos cómo sigue la situación y cómo se desarrollan los eventos, y descubriremos quién peso más si el ministro o el candidato.
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