Terminó el segundo mes del año y las consultoras privadas han comenzado a dar las primeras estimaciones sobre cómo cerró el dato de inflación. Se espera que sea el segundo mes consecutivo con una desaceleración en el dato. ¿Qué pasará en marzo?
Viernes 1º de marzo de 2024, Mg. Yanina S. Lojo
Cada vez que un mes termina, empiezan a llegar las primeras estimaciones de inflación de las consultoras privadas. Luego el Banco Central, mediante el Relevamiento de Expectativas de Mercado, da a conocer el promedio que surge de la consulta con diferentes entidades.
En los últimos días, se empezaron a conocer las primeras estimaciones para el mes de febrero. En una entrevista el ministro de Economía dijo que esperaba que la inflación se ubicará entre el 10% y el 20%. Pero más cercana al 10%. Los primeros cálculos, ubican el valor en el medio: aproximadamente un 15%. De esta manera, si el IPC confirma los datos sería el segundo mes consecutivo donde se registra una desaceleración. Obviamente, los ojos se ponen en marzo donde podría haber un rebote, ¿o no?
Una nueva desaceleración
Son varias las consultoras que empezaron a dar a conocer sus números. Analytica informó que la inflación de febrero finalizó en la zona del 16%. Mientras que en el caso de la Fundación Libertad y Progreso (LyP) fue levemente más alta: 16,8%.
Por ejemplo, Eco Go estimó que el IPC general de febrero tuvo una variación del 15,9% mensual. ¿A qué respondería esta desaceleración? Principalmente, a una baja en el ajuste de los precios de los alimentos. En febrero se observó que precios en este rubro mostraron registros semanales del 3%. La otra categoría que mostró una desaceleración fue Equipamiento y Mantenimiento del Hogar, donde la estabilidad en el tipo de cambio aparentemente influyo.
En febrero hay rubros que muestran cuestiones estacionales que ayudan a la desaceleración. ¿Cuáles? Indumentaria que en general lleva adelante liquidaciones, y este año demoró la presentación de la colección de otoño – invierno. También sucede lo mismo con Esparcimiento, Cultura y Recreación, así como Hotelería.
Una de las cuestiones que no se sabía cómo iba a impactar era el aumento en la tarifa del transporte. Sin embargo, como el golpe principal se sintió en la zona del AMBA en promedio el ajuste no impactó en la magnitud que se esperaba en la inflación.
El relevamiento de precios minoristas que realiza C&T para la región Gran Buenos Aires tuvo un alza mensual de 16,3%.
¿Qué pasará en los próximos meses?
Muchos economistas sostienen que la desaceleración del ajuste en los precios dependerá en parte de la política que mantenga el Banco Central con relación al tipo de cambio.
Recordemos que hoy el BCRA mantiene programa de crawling peg – microdevaluaciones -, a un ritmo del 2% mensual. Si bien, se ha cumplido en todo momento con el objetivo. Para muchos, ya hoy el tipo de cambio ha dejado de ser competitivo.
Sin embargo, hay otra lectura que puede darse y es que, en camino a la unificación cambiaria en algún momento los tipos de cambios deberían converger. Si el objetivo es lograr la unificación y la liberación del cepo, entonces se debería ajustar el tipo de cambio oficial. Obviamente, eso implicaría nuevamente un golpe en la inflación.
Asimismo, hay otras cuestiones que no deben pasarse por alto. Y tienen que ver con la caída de la actividad. En los últimos meses, empezó a sentirse el efecto de la recesión: la empresa Acindar confirmó que cerrará durante un mes todas sus plantas productoras. Reportaron una caída en las ventas superior al 35%. Obviamente, que si la demanda comienza a caer puede que los precios no bajen, pero sí que no continúen aumentando o no lo hagan en la misma proporción.
Finalmente, habrá que esperar a que se defina finalmente cómo se avanzará en la quita de subsidios a los servicios. Puesto que, en una primera versión, la actividad comercial e industrial dejaría de percibir los subsidios y esto generaría un impacto en los costos productivos que finalmente se trasladaría a precios.
Lamentablemente, el fogonazo inflacionario que vivimos en este último tiempo se debe a las decisiones tomadas durante 2023, en particular el último trimestre, con una inyección descomunal de dinero a la economía a fin de sostener la demanda artificialmente. A esto hay que sumarle las políticas de controles de precios, que no solo fueron totalmente ineficientes sino que generaron una completa distorsión en los precios de referencia.
Si bien hay optimismo en general sobre la posibilidad de que la inflación continúe mostrando signos de desaceleración, hay varios factores que inciden y que van a tener un efecto sobre cómo reaccionarán los precios en los próximos meses. Lo que si queda claro es que, muchos consumidores pueden sentir que el 15% está lejos de representar el impacto que su canasta sufrió, y esto es correcto. Porque cada uno posee patrones de consumo diferentes y en ellos, los productos y servicios que se adquieren son muy diversos y se han comportado de manera particular. Así que no es de extrañar que cuando el INDEC informe el número de febrero muchos argentinos sientan que se ha quedado corto.
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