Mientras que Moody’s acaba de hacer historia anunciando que la deuda en pesos Argentina es más riesgosa que la deuda en dólares, la economía empieza a mostrar signos de desaceleración y la inflación no cede.
Viernes 18 de noviembre de 2022, Mg. Yanina S. Lojo
Desde hace un tiempo se viene advirtiendo los riesgos de algunas de las decisiones de que se han tomado en materia económica. En particular, lo que muchos economistas y analistas económicos han señalado es el alto riesgo de que la economía se enfríe mientras que la inflación se mantiene alta. En ese contexto, la deuda en pesos se vuelve amenazante no por si misma, sino por los riesgos macroeconómicos que traería aparejada la emisión de dinero para poder afrontarla.
La deuda en pesos y la emisión
Nuevamente el gobierno se enfrenta a vencimientos de deuda que debe lograr rollear para el próximo año. En las últimas dos licitaciones, aún ofreciendo el famoso bono dual, sólo logró un 61% de aceptación. El sector privado empieza a pedirle mayores garantías e inclusive algún tipo de “beneficio” para entrar en el canje. La curva de bonos CER muestra no sólo el alto nivel de estrés que tiene la deuda sino su tamaño.
Si bien muchos analistas creen que no hay riesgo de default, otros ven un plan Bonex a la vuelta de la esquina (ver artículo Plan Bonex vs el Canje voluntario). Sin embargo, en el caso de la calificadora de riesgo lo que se plantea es que la deuda será honrada a costa de una amplia emisión de pesos. El BCRA tiene capacidad infinita de emitir y antes de llevar adelante un default podría tranquilamente generar los pesos para pagar los vencimientos.
Si la deuda se mide en términos de la economía ha crecido un 10% con respecto al PBI, mientras que en 2020 estaba en el 5% del PBI. Con relación a la base monetaria, el nivel de deuda está casi al mismo valor que en la década del 80.
Los representantes de Moody’s explicaron que hay tres instancias que ellos consideran cuando evalúan la situación de la deuda de un país o una organización: que el mercado te quiera prestar y lo haga a una tasa baja, que te pidan una tasa alta o que ya no te quieran prestar. Si pensamos en la situación actual, cada vez se le pide al país mayor rendimiento para aceptar renovar la deuda y pronto ya no habrá estímulos para el sector privado en lo que respecta a para continuar posicionado en este tipo de activos. El rendimiento no justificará el rendimiento.
Caída en el consumo
Si bien en términos interanuales aún los niveles de consumo se mantienen en valores positivos, y hay actividades que aún no han sentido el efecto de la falta de insumos o de bienes, otros sectores ya empiezan a marcar un retroceso. En octubre se volvió a observar una retracción en el consumo que cayó un 4,5%. Esta caída es más marcada en los negocios de proximidad, como los autoservicios que en los supermercados. Los primeros han tenido una importante caída del 9,8%, mientras que en los segundos – probablemente por la mayor cantidad de promociones –, se mantuvieron en un margen positivo del 1,7%.
La falta de insumos
La situación de las importaciones empieza a poner en jaque a la industria. Si bien la actividad industrial en septiembre había mostrado un crecimiento interanual del 4,9%, observó un retroceso con respecto a agosto del 3,6%.
El crecimiento de los costos por encima de la inflación, el incremento de las tasas de interés y la dificultad de poder acceder a las materias primas e insumos pone en jaque a la mayoría de los sectores industriales del país. Las paradas en diferentes líneas de producción que se vienen sucediendo durante la segunda mitad de octubre y la primera parte del mes de noviembre van a tener un impacto directo en los indicadores de actividad de estos dos meses. Preocupa el futuro y que sucederá si no se empiezan a liberar las importaciones.
Las reservas de USD 10.000 de Massa
Ayer Massa dijo que gracias a la ampliación del swap con China la Argentina podría tener acceso a uno USD 5.000 millones, permitiendo ampliar la reservas para que los importadores tengan acceso al mercado de cambios para el pago de importaciones de insumos y bienes intermedios por USD 10.000 millones. Aunque a todos nos gustaría pensar que esto es factible primero habrá que esperar y ver cómo se instrumenta el famoso Swap que hasta hoy nunca fue usado con este destino. A la vez, habrá que analizar el costo. Porque el swap no deja de ser un préstamo, que para usarse debe primero solicitarse autorización del Banco Central chino y pagar obviamente una tasa de interés por su uso. Las condiciones del swap celebrado nunca fueron transparentes (ver artículo Hablando en Chino) y la ampliación no deja de ser preocupante, más allá de cuestiones morales o políticas que muchos – con razón -, han decidido manifestar. Mientras que muchos importadores empiezan a recibir mails de sus proveedores de China, desesperados por cobrar, para que averigüen cómo poder usar el acuerdo para pagarles, nuestro Banco Central aún no ha hecho ningún anunció o cambio al respecto.
Inflación, escasez y caída en la producción
La inflación no cede, y con todos los aumentos que llegaron durante el mes de noviembre, difícilmente se vea una contracción en este valor. La mayoría de la gente siente que la inflación es mucho mayor que lo que anunció el INDEC (6,3%), pero de ese tema hablaremos en otro momento.
Si las importaciones continúan tan paradas como lo están actualmente y dándole tantos problemas a los importadores como hasta ahora la caída en la actividad económica será cada vez mayor. La UIA mide la actividad industrial, pero: ¿qué pasa con los comercios? La caída en las ventas de los comercios probablemente sea mayor: en la cadena de valor de un producto siempre son los sectores más cercanos al consumidor los que primero sienten el impacto. No sería de extrañar que muchos negocios, luego de las fiestas – la última esperanza -, empiecen a bajar sus persianas por vacaciones, pero ya no las abran más. Muchas fábricas ven hoy que, ante la falta de materia prima, en un mes como máximo dos, no podrían continuar produciendo y se plantean la difícil decisión de tener que suspender al personal en medio de las fiestas o durante sus vacaciones. Y a diferencia de lo que en muchas oportunidades se vende, al empresario sí le importan las familias que dependen de él. Le importa que sus empleados mantengan su empleo. Hoy la idea del empresario o el comerciante explotador que quiere sacarle el mayor provecho al trabajador y no reconocerle su esfuerzo es arcaica. Gente mala hay en todos los rubros y sociedades. Pero una manzana podrida no representa a todas las del cajón.
Hoy creo que la mayoría de los empresarios, en particular los PYMES, están realmente preocupados por cómo seguir y cómo no dejar a sus empleados sin trabajo. Mientras esperan alguna respuesta de parte de las autoridades, van perdiendo las esperanzas de que la situación mejore. Si todavía lo hacían, ya encuentran difícil creer en los anuncios de beneficios porque saben que o traen una trampa o que nunca llegarán. Por ejemplo, se anunció el beneficio de poder acceder a unos USD 50.000 para pagar anticipadamente importaciones y a dos semanas del anunció nos enteramos de que sólo se podrá acceder si se posee una SIRA SALIDA que haya solicitado dicho beneficio, el cual solo se pudo comenzar a pedir a mediados de esta semana. O, por otro lado, si quisieran usar sus dólares para pagar importaciones y quisieran reponerlos para poder continuar pagando con dólares propios se encuentran que necesitan de un periodo de 180 días en total para acceder al MEP (90 días se deben pasar desde el último ingreso al MULC para poder operar con el dólar bolsa y 90 días se deben dejar pasar para poder ingresar nuevamente y pagar una importación)
Mientras el sector privado se levanta todas las mañanas, preocupado en cómo seguir, las autoridades están más preocupadas en cuestiones completamente banales y pareciera que se olvidan de que si la actividad económica cae, lo hará la recaudación y, por lo tanto, el déficit que tanto le preocupa al viceministro de economía lejos estará de resolverse. Salvo que la política esté dispuesta a ajustarse. Algo que sería verdaderamente un hecho histórico.
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