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¿Se viene un nuevo dólar?

Actualizado: 20 nov 2022

Mientras que la cotización oficial del dólar está atrasada, y muchos analistas ven también que esta situación se está produciendo en los dólares financieros, si el mercado estaba previendo una devaluación la información sobre un nuevo tipo de cambio diferenciado acelera las expectativas.

Miércoles 19 de octubre de 2022, Mg. Yanina S. Lojo


Ayer comenzó a circular el ofrecimiento que habrían recibido las empresas del sector alimenticio desde la Secretaría de Comercio: a cambio de ponerle un cepo a los precios, les permitirían tener acceso a un tipo de cambio diferenciado para las exportaciones de la industria.


¿Se viene el dólar góndola?


En otras palabras, el Banco Central estaría dispuesto a comprar nuevamente caro dólares para que las empresas de la industria alimenticia se comprometan a no modificar los precios de los productos por tres meses. El valor del nuevo dólar góndola no está aún definido, pero suponen en el sector que no sería menor a los $200 que se les ofreció a los productores de soja. Sin embargo, el ofrecimiento no ha sido bien recibido. Mientras que algunos empresarios podrían aceptar dependiendo el precio ofrecido por Comercio, otros ya se han manifestado en contra debido a que sus exportaciones son estacionales y en este contexto de alta inflación, las pérdidas serían muy importantes.

Esta novedad surge después de que se conoció que el sector no estaba dispuesto a llevar adelante el programa Precios Justos, donde se debía pactar el precio por un periodo similar y el mismo debía figurar en el envase.


¿Está atrasado el dólar oficial?


El mes pasado la devaluación del dólar estuvo en el orden 6,3% mientras que la inflación se ubicó en el 6,2%. Pero en lo que va del año el atraso en el tipo de cambio real acumularía un 17% según el REM publicado por el BCRA.


¿Qué pasa con la cotización del resto de los tipos de cambio?


El mercado está viendo que mientras que el riesgo país ha subido, las cotizaciones de los dólares financieros y el dólar libre se han mantenido estables o a la baja. Si la deuda argentina ha desmejorado su calificación, significa que ésta ha perdido valor o se ha abaratado. En general, cuando la deuda pierde valor las cotizaciones de los dólares financieros han tendido a subir. Por otro lado, los dólares financieros han evolucionado por debajo de la inflación interanual. Mientras que el valor a septiembre de la inflación se ubicó en el 83%, tanto el dólar MEP como el CCL se ubicaron en valores entre el 74% y 75%.



Fuente: Elaboración propia (Datos BNA y Rava.com)


¿Qué se puede esperar?


Es posible que los dólares financieros corrijan antes de fin de año su valor en función no sólo de la inflación sino también para reflejar la situación de la deuda argentina. En relación con el dólar oficial, hay que mirar cómo está operando el mercado de futuros que, en este momento, para diciembre de este año cotiza en $ 204,80.- Es decir, las empresas se están cubriendo ante una posible devaluación, por encima del atraso que el BCRA considera que posee el tipo de cambio real. Es importante señalar que en agosto la cotización para diciembre era de $184.- Entre diciembre y enero, las TNA están en más del 120% para la toma de coberturas.

La exposición del Banco Central ha mejorado, es decir, de USD 8.000 millones colocados entre el MAE y el ROFEX, gracias al dólar soja, la posición vendida es de USD 3.100 millones. Muchos de los operadores consideran que más allá de mejorar las cuentas para poder pasar la revisión del FMI, es posible que el BCRA se esté preparando para una devaluación. Con el dólar soja, la tensión cambiaria para el corto plazo se había reducido, y a la vez el freno de mano sobre las importaciones disminuyó la demanda de cobertura. Gracias a esta maniobra la emisión monetaria que debería producirse en caso de devaluar sería mucho menor. Por ejemplo, en caso de devaluar $10.- la emisión debería ser de $31.000 millones. Mientras que si se llevara el dólar a $238 la emisión sería de $150.000 millones. Es la mitad de lo que debería haberse emitido hace dos meses atrás cuando la posición estaba cercana al límite para llevar el dólar, por ejemplo, $202.-


¿Nuevos dólares, amenazas y trabas? ¿Qué nos dicen?


La oferta de tipos de cambios diferenciados para algunos sectores generaría un problema nuevamente de emisión. Esto implicaría una fuerte presión sobre los precios, por eso es que la Secretaría de Comercio quiere comprometer a la industria alimenticia a mantener los valores durante el periodo que dure la medida. Sin embargo, a menos que congelen los precios de toda la economía, el resto de los sectores van a responder. El único beneficio es que por el tiempo que se implemente, si se lograra, el congelamiento de precios en los alimentos haría que la variación sobre la canasta básica sea menor y de esa manera, los números que el INDEC brindaría serían mejores. Los dos rubros que han presentado mayores aumentos, por encima de la inflación, son alimentos e indumentaria y calzado, y sobre ellos han salido con los tapones de punta a querer controlar los próximos aumentos. Son dos rubros que la gente ve y siente mucho, y que al tener subas tan significativas hacen que la inflación percibida sea aún mayor.

Las amenazas sobre la posibilidad de la apertura de las importaciones si los sectores no acotan sus incrementos pueden ser contraproducentes para la economía en general. En primer lugar, muchos otros sectores productivos pueden pensar que los próximos amenazados serán ellos y subirán los precios para tener un piso más alto si esto sucediera. Por otro lado, trasmiten la imagen de un gobierno desbordado por el problema de la inflación, que en lugar de querer corregir los problemas de fondo está dispuesto a medidas que poco impacto tendrían en el corto plazo. Sin mencionar que la simple amenaza implica el reconocimiento de parte del gobierno de estar aplicando medidas restrictivas a las importaciones, lo cual atenta contra los compromisos asumidos en el marco de la OMC. Todo esto genera mayores presiones devaluatorias, y el mercado va a responder. Porque la pregunta que queda flotando en el aire es: ¿qué pasará el próximo miércoles 26 de octubre si los fabricantes de indumentaria no cumplen el pedido? ¿Van a liberar las importaciones? ¿Tienen dólares para respaldarlo? ¿No pensaron que quizás las mismas empresas de indumentaria prefieran que ingresen las telas desde afuera o incluso los productos terminados y reconviertan sus negocios? ¿Qué pasará si la amenaza no se cumple? Nunca hay que dar un ultimátum o hacer una amenaza si no se puede cumplir, porque se nos puede volver en contra.

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