Se formaliza la baja de retenciones: el efecto en la producción
- mgyaninaslojo
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Actualizado: hace 7 minutos
El Decreto 526 oficializó una reducción permanente de derechos de exportación para cereales, oleaginosas y subproductos. Sumado a la virtual unificación cambiaria, el nuevo escenario impulsa la rentabilidad del sector y proyecta un aumento del 8% en la producción hacia 2035, con exportaciones que podrían sumar más de USD 28.000 millones en la próxima década.
Jueves 31 de julio de 2025, Mg. Yanina S. Lojo

El Gobierno nacional formalizó, mediante el Decreto 526, una importante reducción en las alícuotas de derechos de exportación (retenciones) para granos y productos agroindustriales. A diferencia de medidas anteriores, esta rebaja no tiene carácter transitorio: se trata de un cambio estructural que busca incentivar la producción, la inversión y las exportaciones.
Los cereales como maíz y sorgo pasan de tributar un 12% a un 9,5%, mientras que para trigo y cebada —ya beneficiados por una rebaja anterior— la baja ahora se vuelve permanente. En el caso de las oleaginosas, el complejo girasol se reduce del 7% y 5% al 5,5% y 4%, respectivamente. El caso más significativo es el de la soja: el poroto baja del 33% al 26% y los subproductos del 31% al 24,5%.
La brecha cambiaria, en mínimos históricos
La Bolsa de Comercio de Rosario realizó un importante análisis que busca medir el impacto de esta medida. Según el mismo, este nuevo escenario se ve potenciado por la virtual eliminación de la brecha cambiaria, consecuencia de la liberalización parcial del Mercado Libre de Cambios implementada en abril. Señala que la convergencia entre el dólar oficial y los financieros (MEP/CCL) permite que el productor reciba hoy una proporción del precio FOB en “dólar billete” equivalente a máximos históricos, similares al período 2016-2018.
En la práctica, el organismo explica que "esta baja de alícuotas y la virtual eliminación de la brecha cambiaria ha llevado a que la proporción de “dólar cash” que recibe el productor sobre el precio FOB sin retenciones de soja se encuentra hoy en niveles cercanos a máximos desde 2012, equiparables al período 2016-2018. En los demás productos, aún se encuentra por debajo del período en el que las alícuotas eran 0%, pero cercanos al 100%."
El impacto en las decisiones productivas
Según el modelo AGMEMOD Argentina, adaptado por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), este nuevo marco regulatorio tendrá un fuerte efecto dinamizador. Se proyecta que para 2035 la producción total de granos alcance las 172,3 millones de toneladas, un 8% más que en el escenario anterior.

Esto equivale a un valor de producción estimado en USD 50.100 millones. Pero lo más relevante es que, acumulativamente, el sector agropecuario podría generar un valor adicional de USD 28.800 millones entre las campañas 2025/26 y 2034/35, con un efecto multiplicador en la economía: más fletes, más servicios logísticos, más insumos, más empleo en zonas rurales y mayor dinamismo industrial en el complejo agroexportador.
Más exportaciones, más dólares
La Bolsa de Comercio no deja pasar el factor de las exportaciones, que son la fuente de ingreso genuino de dólares. Según detalla, el salto productivo también se reflejará en las ventas externas. Se estima que hacia 2035 las exportaciones de granos y subproductos alcanzarán las 115,7 millones de toneladas, 10,1 Mt más que las proyectadas previamente en el escenario base. En otras palabras, estaríamos ante un crecimiento del 10% en el volumen exportado.

Una medida estructural con amplio alcance
El Decreto 526 deroga formalmente el Decreto 439 que establecía la rebaja temporal para trigo y cebada, y mantiene los beneficios ya otorgados a las exportaciones de carne vacuna (categorías A-E), productos lácteos y caseína, que tributan retenciones del 0%.
Además, a diferencia de regulaciones previas, no se impone una obligación explícita de liquidar divisas vinculados con la DJVE, lo que agrega previsibilidad al negocio exportador.
Con esta rebaja de retenciones y la virtual desaparición de la brecha cambiaria, el agro argentino recupera competitividad y margen. La medida no solo beneficia al productor, sino que impulsa toda la cadena de valor y proyecta un nuevo ciclo de crecimiento y generación de divisas. Si se sostiene en el tiempo, el impacto positivo podría sentirse en toda la economía.
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