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La situación de las reservas sin la liquidación del dólar soja

Actualizado: 22 jun 2023

Tras la finalización de la primera etapa del dólar agro a fin de mes de mayo que estaba destinado al complejo sojero, preocupa cada vez más la situación de las reservas del Banco Central, cuando las ventas no ceden y los dólares desde el exterior no llegan.

Lunes 19 de junio de 2023, Mg. Yanina S. Lojo


El viernes pasado las reservas del Banco Central mostraron una nueva contracción preocupante. Cayeron por debajo de los USD 32 millones debido a una importante venta de divisa que se hizo a través del Mercado Único y Libre de Cambios. Ya sin el dólar soja, preocupa el futuro, mientras los dólares del FMI se hacen esperar y el resto de los acuerdos dependen de que el acuerdo con el organismo se mantenga vigente.



La caída de las reservas que no se detiene


El viernes el Banco Central mostró reservas netas por un valor de USD 31.848 millones. Esto se debe a que se llevó adelante una de las mayores ventas en dos meses por unos USD 184 millones. El saldo vendedor acumulado de la semana se ubico en los USD 200 millones, llevando el valor de junio a unos USD 342 millones. Y en lo que va de 2023, acumula un valor negativo de unos USD 2.469 millones.


En el caso de las reservas netas internacionales, los valores han tocado mínimos históricos que no se ven desde diciembre de 2015, se estima se ubicarían en torno a los – USD 1.800 millones. Las perspectivas no son auspiciosas.


¿Y el dólar agro?


Ya sin el aporte del dólar soja, el agro con su tipo de cambio diferenciado, aportó en la semana unos USD 76,9 millones, consolidando la tendencia de la semana anterior. Y no se esperan mejoras. Hay factores como la sequía y la estacionalidad no ayudan.


Pero tampoco colaboran la falta de competitividad y las trabas a las importaciones que ponen en jaque no solo a muchas empresas, sino la producción nacional y las perspectivas de exportaciones. La falta de insumos importados afecta a las cadenas productivas del país, sumado a las trabas para los pagos de los fletes complican la logística internacional y nos dejan peor posicionados. Es importante remarcar que si bien se observa que la SIRASE para el código S31 pareciera tener una aprobación más rápida que la que corresponde al código S30, las demoras y los problemas se siguen acentuando, como se observó el viernes pasado.


El dólar agro continúa hasta el 31 de agosto, para las economías regionales, con un tipo de cambio de $300 – que luego de los movimientos en el tipo de cambio de los últimos tiempos -, ha quedado muy atrasado. El gobierno esperaba que aportarán unos USD 5.000 millones para el fin del beneficio. Sin embargo, desde que finalizó la etapa para el complejo sojero las liquidaciones cayeron un 61%.


La consultora 1816 estimó que el complejo sojero vendió ya un 50% de la cosecha de 2023, dejando pendiente de negociar 10,4 millones de toneladas. ¿Podríamos ver una nueva ventana especial? Si bien desde el gobierno lo descartan, no habría que cerrar esta posibilidad debido a que serían unos USD 5.000 millones que son más que necesarios en una economía ávida de dólares.


Pagos al Fondo complican las perspectivas


Entre el 21 y 22 de este mes se deben realizar pagos por unos USD 2.700 millones, que el gobierno buscaría afrontar con los Derechos Especiales de Giro (DEG) aunque no posee suficientes en las reservas como para afrontar el total. El gobierno posee desde el vencimiento, unos 30 días para efectivizar el pago. Una de las opciones a la que podría recurrir nuestro país es a la de ejecutar un desembolso parcial, como señal de buena voluntad y esperar la resolución del organismo para cancelar el total.


¿Llegarán los desembolsos?


Más allá de que a las autoridades del Fondo no les agrada, y ya lo han manifestado en numerosas ocasiones, que el Banco Central utilice las escasas reservas para intervenir en el tipo de cambio, el resto de las variables macroeconómicas no convencen. Las negociaciones que tiene por delante el equipo económico no son fáciles. Porque en caso de que hubiera una crisis con el organismo, el resto de las entidades internacionales a las que podemos recurrir por asistencia no podrán ayudarnos, como ya ha sucedido en otras ocasiones.


En el año 2001, ni el Banco Mundial ni el Banco Interamericano podía asistirnos hasta tanto no solucionar la cuestión con el FMI. Y lo mismo sucedería con el acuerdo de SWAP con China ahora. La postulación e ingreso en el Banco de los BRICS podría verse completamente condicionado en agosto, si la situación no se ha solucionado previamente.


¿Y el SWAP?


La caída de las reservas netas hace que la autoridad monetaria no tenga más opción que recurrir al SWAP para tratar de contener la sangría. Según estimaciones realizadas por la agencia Bloomberg, estas ya representan 28% de las divisas transaccionadas en un día de operaciones para el pago de las importaciones.


Hasta hace dos semanas el Banco Central solo había usado los yuanes que poseía en sus propias arcas. Cosa que dejó de suceder con la ampliación del acuerdo. Se estima que desde que comenzó el 2023 las transacciones en yuanes ya representan unos USD 512 millones, mientras que durante abril se autorizaron SIRA por un valor de USD 2.900 millones. El plazo de pago en promedio inicial es de 90 días – aunque hubo casos de plazos mayores e inferiores -, y el definitivo oscila dependiendo el producto entre los 30 y los 90 días.


El problema con los yuanes que, ante la caída de los dólares en las reservas, la representatividad de estos en las arcas del Central ha ganado relevancia y también ha dejado expuesta a los movimientos de la moneda. Por ejemplo, en mayo el yuan se devalúo un 3% haciendo caer las reservas según estimaciones de EcoGo en unos USD 570 millones. Cuando nuestras reservas brutas no habían perforado la barrera de los USD 32 millones, los yuanes representaban un 56,1% de las mismas.


¿Y qué podemos esperar?


Es posible que toda esta semana continúen las negociaciones, que por el momento se manejan de manera virtual. El equipo económico insiste en que va a viajar cuando este casi cerrada la letra chica, para poder poner en papel lo acordado. No es menor que la decisión que se debía tomar a mediados de este mes se pospusiera para principios de julio. ¿Qué habrá incidido? Es más que probable que las cuestiones de incertidumbre política hayan inclinado la balanza y el FMI prefiera tener más claridad sobre esta cuestión.


Si el desembolso continúa demorándose, es probable que la Argentina tenga que honrar sus obligaciones por primera vez con dólares propios, lo cual pondría aún más complicada la posición de las reservas. Y esto tendrá un impacto en el comercio exterior argentino. Las perspectivas están complicadas, el segundo semestre puede ser más duro que el primero.

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