Hoy el INDEC dará a conocer el IPC para el mes de agosto, y se espera que el número se ubique por encima del 10%. Durante el fin de semana trascendió que el BCRA podría anunciar una suba de tasa de interés. Los precios suman presión a una economía complicada por todos los flancos.
Miércoles 13 de septiembre de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
Mientras se espera que el INDEC de a conocer el índice de inflación del mes de agosto, la pregunta de muchos analistas es cómo responderá el mercado. Aunque la mayoría de los analistas privados han estado adelantando que el número podría ubicarse entre el 10%-13% la preocupación por la presión de los precios en septiembre crece. El ministerio de Economía trato de contener las alzas a través de acuerdos de precios, pero como siempre esta medida se quedó en el camino.
Los datos privados
Según trascendió a través de diferentes analistas privados el valor podría estar entre el 10% y el 12% según diferentes relevamientos privados. Hasta hace dos meses el BCRA publicaba los primeros días de cada mes el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) y en el mismo se daban a conocer las mediciones que realizan las consultoras. Pero debido a que hubo grandes diferencias entre estas y el valor finalmente informado por el INDEC, se decidió dar a conocer en simultaneo tanto el IPC como el REM.
La consultora C&T estimó para el Gran Buenos Aires una inflación entorno al 11% promedio mensual en agosto, ubicando la variación de los últimos doce meses en el 131%. La consultora LCG estima que el valor del mes pasado podría ubicarse en el 13%. Mientras que Analytica calculo un 12,5%. La Fundación Libertad y Progreso estima un 10,5% y Econviews 12%.
El pico más alto de inflación que se registra desde la salida de la convertibilidad se dio en abril de 2002, cuando el IPC arrojó un valor del 10,4%. En la previa de los anuncios, muchos temen que el número finalmente quede en el limite superior de lo previsto por los analistas privado, de ser así ¿Cómo impactará?
Los acuerdos de precios que se quedan cortos
El gobierno decidió recurrir a una estrategia ya implementada y que no ha dado resultado para tratar de contener la inflación: “los acuerdos de precios y los congelamientos”.
No sólo que se trata de medidas que no han dado resultado, sino que las empresas no se encuentran muy dispuestas a participar y si no fuese por la presión ejercida a través de las restricciones cambiarias y para importar difícilmente se consiguiera algún tipo de adhesión.
Por ejemplo, en el caso de las empresas de medicina prepaga mientras que desde Economía anunciaban el congelamiento de las tarifas, se notificaba a los afiliados que la cuota se iba a modificar. De esta manera, tras una negociación se llego a un acuerdo para que las tarifas no se modifiquen solo para aquellas familias que lo soliciten y que demuestren que el ingreso consolidado es inferior a $2.000.000. Mientras tanto cada vez son más las instituciones médicas que informan el cobro de copagos para compensar el atraso. Aunque la cuota de la prepaga no se mueva, esos pagos adicionales impactan en el bolsillo de los consumidores.
El caso de alimentos es todavía más complejo, porque si bien las empresas ingresaron en los acuerdos con una pauta de ajuste mensual del 5%. Muchos productos quedaron por fuera y los que quedaron alcanzados hoy se dan cuenta que no pueden sostenerlos. ¿Por qué? Porque algunos insumos siguen teniendo fuertes ajustes en sus precios como, por ejemplo: el plástico, el cartón, el vidrio y el celofán.
El cepo a las importaciones pasa factura: la falta de dólares hizo que el gobierno pisara los pagos al exterior y eso esta produciendo un fuerte impacto no sólo en el stock disponible sino también en el valor de los insumos. Como los importadores no saben a qué precio y cuándo podrán pagar sus obligaciones, como tampoco saben si sus proveedores seguirán abasteciéndolos están tomando posiciones muy duras para proteger su capital.
La inflación en nuestros vecinos
Mucho se habla de cómo ha evolucionado la inflación en el resto del mundo, insistiendo que la pandemia y la guerra en Ucrania afecto a todo el mundo y tuvo un efecto negativo en las economías mundiales.
Si bien esto es real. El resto del mundo parece haber encaminado su rumbo. Por ejemplo, nuestros vecinos han registrado en agosto el siguiente nivel de inflación: Brasil 0,3%; Uruguay 0,2%; Chile 0,4%. Mientras que Paraguay tuvo deflación por 0,2%. Estos números nos muestran que más allá de las cuestiones internacionales el factor local es el mayor impulsor de la suba de precios.
La calificadora de riesgo Moody’s proyectó para nuestro país que la inflación a fin de año podría estar en el 150%, y que la actividad económica caería el 3,5%. Pero el dato más escalofriante llega para 2024 ya que podría llegar a 275% la variación interanual. Y con respecto al resto de los países de la zona, afirma: “la inflación acumulada en las cinco economías con metas de inflación de México, Brasil, Perú, Colombia y Chile se desacelerará hasta el 6,5% en 2023 y el 3,5% en 2024 desde el 9.3% registrado en 2022″
Obviamente estas proyecciones pueden variar con relación a cómo resulten las elecciones, cómo se implementen las próximas medidas económicas y cómo responda el mercado.
Medidas que suman presión
Luego de la devaluación del mes pasado y la suba de tasas de interés desde el ministerio de Economía han anunciado una serie de medidas que lo único que hacen es presionar a una inflación que no necesita ser incentivada. ¿Por qué? Porque buscan poner más pesos en circulación en la calle, obviamente con el objetivo de sostener el consumo y la actividad. Pero al mismo tiempo implican un gran gasto que se deberá financiar o con mayor deuda o con emisión. O como trascendió esta semana aumentando los impuestos para la mercadería importada, algo que obviamente impactaría en los precios.
Si el dato de inflación queda por encima de la tasa efectiva mensual, el Banco Central debería ajustar las tasas de referencia para evitar una salida de los pesos del sistema. Hacerlo va a tener un impacto en la inflación y no hacerlo también. Lo que deberá evaluar la autoridad monetaria es cómo provoca un menor daño.
¿Y el mercado?
Un dato que no debería pasar desapercibido es que en las últimas semanas hubo importantes rescates de los Fondos Comunes de Inversión. Por ejemplo, el lunes la salida fue superior a los $100.000 millones, que estaban colocados en el segmento de Money Market. Los analistas consideran que hay varias razones que están detrás de estos movimientos dependiendo del segmento: pagos de obligaciones, incertidumbre, expectativas por subas de tasa de interés. La gran duda es ¿a dónde irán esos pesos? ¿Veremos en los próximos días que el dólar se despierta como respuesta a una dolarización de carteras empezando a tomar posiciones de cobertura? ¿Alcanzará el dólar soja y la intervención del BCRA para contener a los dólares financieros? ¿Hasta cuándo podrá el Banco Central seguir conteniendo?
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