Bajan los derechos de exportación para productos del agro
- mgyaninaslojo
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Con el Decreto 877/2025, el Ejecutivo redujo de forma permanente los derechos de exportación para la soja, el maíz, el trigo, el sorgo, la cebada y el girasol. La medida busca mejorar la competitividad del sector, fortalecer el ingreso de divisas y consolidar el proceso de normalización macroeconómica
Viernes 12 de diciembre de 2025, Mg. Yanina S. Lojo

El Gobierno nacional oficializó una nueva reducción en los derechos de exportación aplicables a los principales complejos agroindustriales, al publicar el Decreto 877/2025, que fija alícuotas más bajas y de carácter permanente para una amplia nómina de productos alcanzados por la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM). En el caso de la soja se trata del nivel más bajo en casi 19 años.
La norma, que entra en vigencia desde su publicación en el Boletín Oficial, profundiza el camino iniciado con el Decreto 526/2025 y ratifica la estrategia oficial de avanzar en la eliminación progresiva de las retenciones, consideradas por el Ejecutivo como un impuesto distorsivo que afecta la competitividad exportadora.
¿Qué cambia con el nuevo esquema?
El decreto establece nuevas alícuotas para las exportaciones de soja y subproductos, maíz, trigo, cebada, sorgo y girasol, tanto en su estado primario como en sus derivados industriales. El detalle por posición arancelaria se encuentra en el Anexo que acompaña la norma, lo que obliga a exportadores y operadores a verificar caso por caso el impacto concreto sobre cada mercadería.
En promedio los cambios son:
✅ Soja: 26% ➝ 24%
✅ Subproductos de soja: 24,5% ➝ 22,5%
✅ Trigo y cebada: 9,5% ➝ 7,5%
✅ Maíz y sorgo: 9,5% ➝ 8,5%
✅ Girasol: 5,5% ➝ 4,5%
Un punto relevante es que la medida no introduce condiciones adicionales vinculadas a la liquidación de divisas, por lo que continúan vigentes los plazos y requisitos generales establecidos por la normativa cambiaria según cada NCM. En anteriores oportunidades, las medidas habían sido temporales y condicionadas al ingresar y liquidar las divisas vinculadas a la exportación en un plazo de tiempo determinado. En ese caso, la medida apuntaba a fomentar el ingreso de dólares pero restaba planificación al sector.
Los fundamentos económicos detrás de la decisión
Desde el Gobierno destacan que la reducción de retenciones se apoya en los resultados obtenidos durante 2025. Según datos oficiales incluidos en los considerandos del decreto, en los primeros diez meses del año las exportaciones de granos alcanzaron USD 28.875 millones y 86,5 millones de toneladas, lo que implicó un crecimiento interanual del 5% en valor y del 10% en volumen.
En particular, los complejos de trigo y girasol mostraron incrementos superiores al 50%, reflejando una mejora sustancial en la performance exportadora. En un contexto en el que el sector agroindustrial aporta alrededor de USD 45.000 millones anuales en exportaciones, la medida apunta a consolidar su rol como principal generador de divisas de la economía argentina.
Impacto para el sector y señales al mercado
Desde el punto de vista del sector productivo, la baja permanente de retenciones representa una mejora directa en los márgenes, especialmente en un escenario de costos todavía elevados y precios internacionales volátiles. Al reducir la carga tributaria, el Gobierno busca incentivar la producción, acelerar decisiones de inversión y sostener el flujo exportador en la próxima campaña.
Además, el carácter permanente de la medida introduce un elemento clave: previsibilidad. Para productores, acopiadores y exportadores, contar con un esquema impositivo sin plazos ni condiciones transitorias facilita la planificación comercial y financiera, un reclamo histórico del sector.
En términos macroeconómicos, la apuesta oficial es que una menor presión tributaria se traduzca en mayores volúmenes exportados, compensando la reducción de alícuotas con más actividad, más divisas y un fortalecimiento de la balanza comercial.
Las Cámaras sectoriales remarcaron la importancia del anuncio mediante un comunicado conjunto, donde señalaron que se trata de una medida que va en línea con la necesidad de reducir la carga impositiva que enfrenta el sector. Y además afirmaron que:
"Este nuevo paso, que reafirma el camino hacia la eliminación definitiva de este impuesto sumamente distorsivo, contribuye a mejorar la competitividad, promover la inversión y generar condiciones más favorables para el desarrollo de toda la cadena agroindustrial, uno de los motores esenciales de la economía argentina."
Una señal política hacia el agro
Más allá del impacto económico inmediato, el decreto envía una señal política clara al agro: el Gobierno ratifica su intención de desarmar gradualmente el esquema de retenciones y alinear la política comercial con una mayor apertura y libertad de mercado.
En cuanto al impacto fiscal directo sería de USD 511 millones en 2026 según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario por la rebaja de alícuotas para los principales granos y derivados .

Si bien el desafío fiscal sigue siendo una variable central, la decisión de avanzar con reducciones permanentes marca un cambio de enfoque respecto de años anteriores y refuerza la idea de que el agro vuelve a ocupar un lugar estratégico en la agenda económica.
