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A más de 3 meses del SIRA, ¿Qué sabemos?

Hace más de tres meses se implementó el Sistema de Importaciones de la República Argentina. Pocas certezas. Muchas incertidumbres. ¿Qué cambios ha sufrido el sistema? ¿Cómo ha ido evolucionando?

Jueves 26 de enero de 2026, Mg. Yanina S. Lojo


El 17 de octubre de 2022 comenzó a funcionar el Sistema de Importaciones de la República Argentina para bienes y servicios. A través de la Resolución General Conjunta Nº5271 se dio origen al nuevo régimen y con la Comunicación A 7622 se estableció un nuevo marco normativo cambiario. Desde entonces, los importadores han vivido en una constante incertidumbre en parte alimentada por los vaivenes que ha sufrido el sistema.

¿Qué paso con las SIMI?


Si bien las SIMI podían ser usadas hasta su vencimiento y en caso de corresponder, podían prorrogarse no son pocos los casos en que habiendo solicitado la misma no la obtuvieron y se vieron en la dificultad de tener que pedir una SIRA reemplazo de SIMI. Otros que por cuestiones operativas – hay que recordar que 2022 fue un año complicado para China con muchos cierres de fábricas o puertos debido al COVID –, no llegaron a traer los productos en el plazo de la SIMI y necesitaron si o si, pedir una nueva SIRA.


Lo más interesante de estos casos, es que muchos importadores ya habían cancelado completamente sus obligaciones con el exterior a través de la SIMI. Y al solicitar la SIRA reemplazo, lo hacen sin giro de divisas – puesto que ya han pagado al exterior –, y no consiguen que la misma sea aprobada. Los reclamos caen en saco roto.


La nueva administración del Centro de Despachante al reunirse con las autoridades pidió un canal especial para reclamar por este tipo de casos. No tiene sentido que no se aprueben éstas SIRA. No implican un uso de dólares, por el contrario, ya están pagas y el no tener la autorización genera muchísimos inconvenientes: mercadería arribada no puede nacionalizarse generando enormes costos de almacenaje, sumado a que los anticipos realizados no pueden regularizarse por falta del registro aduanero. En este tipo de situaciones hay de todo: bienes de capital, repuestos, materias primas, insumos, bienes intermedios, bienes finales, lo que se nos pueda ocurrir. Hay fábricas desesperadas porque se están desangrando poco a poco pagando los gastos de almacenamiento por algo que ya les es propio, sólo porque nadie en la Secretaría de Comercio pareciera escuchar.


¿Y las SIRA?


Cuando se crea el Sistema, se establece que se va a dar más transparencia. Se dan plazos para el análisis de las operaciones. Inclusive se indica que se va a dar motivos para el rechazo.


Hoy sabemos que las operaciones que tiene asociadas con Licencias Automáticas (LA) que antes eran aprobadas en 48-72 horas, ahora deben esperar días o incluso meses para ser aprobadas. Si, hay casos de SIRA con LA que pasan los días y no son aprobadas. A falta de canales de reclamos, los importadores están recurriendo a la Solicitud de Contacto – un mecanismo generado para las operaciones con Licencia Automática –, para comunicarse con la Secretaría y transmitir la situación.


Los pedidos de audiencia tampoco reciben ningún tipo de respuesta. Importadores desesperados, sin más opción, piden una reunión con las autoridades, pero jamás se concretan. Todos recordamos épocas complicadas, cuando se había implementado la DJAI. En aquellos momentos, los importadores eran recibidos en algunos casos recibían respuestas disparatadas, en otros sufrían maltratos. Algunos conseguían algún tipo de solución, mientras que otros se iban con las manos vacías. Ya nadie sabe si era mejor eso, porque al menos uno podía llegar a una persona que lo recibiera, para no darle respuesta, o esto donde nadie recibe a nadie, salvo que Economía le interese contactarlo a uno para invitarlo a participar de un acuerdo de Precios.


El tema del programa de Precios Justos y su vinculó con las importaciones es cada vez más complicado: si la empresa es convocada a participar y se niega se le bloquearía el acceso al mercado de cambios en condiciones especiales. Si es convocada y acepta participar, la Secretaría de Comercio se compromete a dar aprobación a las SIRA y a la vez, un menor plazo de acceso al mercado de cambios. En muchos casos, luego de suscribir los acuerdos, no suceden ninguna de las dos cosas. Los importadores siguen esperando las SIRA o les aprueban mucho menos de lo que necesitan, y en otros los plazos apenas si se acortan.


Con relación a las aprobaciones, los plazos no existen. Pasan los días y nadie sabe cuál es el criterio: pareciera que caen en la misma bolsa bienes de capital, insumos, bienes finales. Operaciones que dicen que se abonaran con dólares propios – que no implicarían acceso a los dólares del BCRA –, esperan pacientemente ver cambiar el estado de OBSERVADA a SALIDA.


Cuando se creó el nuevo Sistema se dijo que, a los 90 días de estar Observada, y su estado no cambiaba, sería dada de baja. Pero no fue tan automático y el mayor problema es que los importadores no saben qué hacer porque no son aprobadas y mientras tanto afecta el CEF condicionando pedidos futuros.


El CEF o Capacidad Económica Financiera, el otro gran problema, ya que se puso como filtro para la oficialización, pero nadie entiende cómo funciona, cómo se calcula y muchos se encuentran que van a pedir una SIRA y le informan que no tiene CEF disponible. En algunos casos, se puede solucionar porque se trata de un tema impositivo que mediante la presentación o rectificación de ciertos datos se salva. Pero en otros casos. También muchas firmas empiezan a observar que mes a mes su CEF baja como consecuencia de que por falta de insumos o productos venden menos, en otras palabras, se crea un circulo vicioso. Ayer en Iprofesional se dio a conocer que una firma destinada a la importación de productos alimenticios y de marroquinería habría ganado en la justicia un pedido de Acceso a la Información Pública para que se de a conocer cómo se estima el CEF. Si algo va a actuar de filtro, lo mínimo que el Estado debe dar es transparencia en cuanto a cómo se calcula. Sino es un mecanismo arbitrario como tantos que sirve más como es excusa que como un respaldo real.


Cuando empezaron a haber problemas con las SIMI muchas organizaciones se volcaron a la justicia para tratar de mediante cautelares continuar operando. Pero con la creación del nuevo sistema esto se volvió imposible. En la misma norma de su creación se establece que aquel importador que posea una cautelar deberá darla de baja caso contrario no podrá oficializar una SIRA. Si bien hubo empresas que hicieron abuso de las medidas cautelares, hoy muchas firmas han quedado completamente indefensas porque no obtienen las autorizaciones, no tienen manera de reclamar y tampoco se pueden amparar en la justicia.


¿Y las SIRASE?


El pago de servicios alcanzados por la SIRASE se ha vuelto una epopeya. A diferencia e las SIMPES, la SIRASE se debe cargar y usar para pagar en el mismo mes en que se generó porque se vence.

La mayoría de los operadores que necesitan pedir autorización para pagar un servicio alcanzado por este régimen están sufriendo hace varios meses, porque cargan los pedidos llega fin de mes sin ser aprobada y deben volver a reiterar el pedido al siguiente. Las deudas se acumulan y los proveedores internacionales amenazan con cortar los servicios.


El Régimen Cambiario


Con la Comunicación A 7622 se daba nacimiento a un nuevo régimen cambiario que quedaba directamente vinculado con el SIRA. El mismo ha sido modificado desde su creación por más de 13 Comunicaciones posteriores. Desaparecieron los cupos y las categorías, pero también la opción del pago anticipado salvo para excepciones. Se estableció que a través del MOA – Reingeniería se le informaría al importador cuándo podría pagar, para de esa manera darle certidumbre a la hora de negociar con sus proveedores. Bueno, eso no sería tan así en la práctica.


A medida que fueron pasando los meses se fueron incorporando nuevos puntos donde se consideraban situaciones particulares. Pero hay problemas que aún no tiene solución entre ellos el del pago anticipado: sólo se puede acceder en términos generales al beneficio de pagar antes de la fecha de pago determinada en el MOA por unos USD 50.000 por año calendario. Hasta hace poco los bienes de capital, que podían pagarse vista o antes del registro aduanero por un 80% no podían hacer uso de esos USD 50.000 (que para un bien de capital no es nada). Es difícil que un proveedor internacional financie una operación de comercio exterior en los plazos que se le pide que negocie al importador argentino, menos para un bien de capital. Hoy quienes traen en un mismo despacho bienes de capital y repuestos para estos, están teniendo problema porque la famosa regla del 90*10 que corría antes – y que permitía el tratamiento especial de los repuestos –, no estaría siendo aplicada.


Por otro lado, en un primer lugar se dijo que el plazo de acceso al mercado sería estimado con la fecha de arribo y luego al nacionalizarse se recalcularía. La fórmula que todos nos habíamos grabado en la cabeza: Fecha de MLC – Fecha de Arribo= Plazo. Fecha de Nacionalización + Plazo= Fecha de acceso. Pero todo cambió con la aparición de dos columnas en el MOA: Fecha definitiva y Plazo definitivo. Ahora, hasta que no se nacionaliza no se conoce el plazo definitivo y ese es el que debe sumarse a la fecha de nacionalización para conocer la fecha real para poder acceder y pagar. Este plazo puede ser igual, menor o mayor que el original. ¿Y la previsibilidad y certidumbre para negociar con los proveedores?


Se otorgó la posibilidad de pagar las operaciones con dólares propios o fondos de libre disponibilidad, sin embargo, muchas empresas aún solicitando este mecanismo de pago siguen sin obtener la aprobación de sus operaciones.


La creación de la Cuenta Corriente Común de Comercio Exterior (CCUCE) trajo más problemas porque su configuración, en particular para las excepciones es lenta y muchas veces bloquea pagos cuando no debería. Recién después de tres meses se puso en funcionamiento el CCUCE para Ordenante, en la página de la AFIP, cuya única función es la consulta, pero no da garantía de que al presentar los documentos en el banco se pueda acceder al MULC.


Al mismo tiempo, el régimen cambiario anterior sigue vigente para todas las operaciones que no quedaron alcanzadas por el SIRA, pero con modificaciones: se eliminaron beneficios, se estableció que para pagar el cupo sería igual al cupo SIMI categoría A que se había brindado en 2022 divido doce y multiplicado por la cantidad de meses que hubieran transcurrido desde el 01.01.2022. A esto se le debe restar todos los pagos hechos desde enero de 2022 hasta el día que se quiere ingresar al mercado, incluyendo aquel por el que se quiere ingresar.


La coexistencia de dos regímenes y las constantes modificaciones tienen un impacto en la operación con los bancos. Constantemente surgen problemas, inconsistencias, peleas entre las partes entre lo que unos creen que pueden hacer y lo que los otros interpretan que se puede hacer.


Conclusión


A más de tres meses de la implementación del Sistema de Importación de la República Argentina navegamos en la incertidumbre y no sabemos cómo seguirá. Sabemos que cada vez hay menos dólares. Que la brecha cada vez es más grande. Se pide que se liberen los dólares financieros para poder operar, y de esa manera, no afectar las reservas del BCRA pero cae en saco roto. Preocupa más la brecha y su impacto en la inflación, sin considerar que este cepo tan fuerte, está teniendo un impacto en la inflación hoy. Y que los precios se fijan al dólar más alto nunca al oficial. Lo hace cualquier comerciante, importe o no importe.


Duele ver la realidad de muchas empresas, que están desesperadas porque no pueden producir y muchas familias depende de ellas. Cualquier medida que sea superadora y venga a mejorar la operación siempre será bien recibida. Pero el SIRA resultó ser más complejo que el SIMI y más discrecional aún. ¿Hubo excesos con el régimen anterior? Si, seguramente. Pero para hacerlo alguien los aprobó porque siempre hubo un sistema de licencias. Todos los importadores no tienen la culpa por las manzanas podridas. No pueden pagar justos por pecadores.


La sequía preocupa porque el ingreso de dólares se va a complicar, y mientras el gobierno anuncia medidas como la moneda común del MERCOSUR, las trabas paraarancelarias siguen más vigentes que nunca. ¿Cómo fomentar el intercambio comercial si no se aprueban las licencias? ¿Cómo lograr mayor integración si las PYMES argentinas apenas resisten?

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