El primer mes de 2023 significó un fuerte golpe al bolsillo de los argentinos, y en la Ciudad de Buenos Aires se hizo sentir con una inflación que trepó a valores muy lejanos del 3% deseado por el ministerio de Economía.
Miércoles 8 de febrero de 2023, Mg. Yanina S. Lojo
La Secretaría de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Ciudad de Buenos Aires dio a conocer la inflación de enero de 2023 que llegó al 7,3%, con una variación interanual del 99,4%. El valor mensual quedó muy por encima del informado en diciembre (5,8%).
Fuente: Secretaría de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Ciudad de Buenos Aires
Analizando los números
Cuando se hace un desglose de cómo evolucionaron los diferentes sectores, se observa que el mayor golpe vino del sector de los servicios. Los sectores con mayor aumento fueron: Transporte, Información y comunicación, Restaurantes y hoteles, Alimentos y Bebidas y Vivienda, agua, electricidad y gas, entre otros rubros.
Fuente: Secretaría de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Ciudad de Buenos Aires
Según se informó vivienda, agua, electricidad y gas tuvieron una variación del 6%, donde el mayor impacto viene dado por el incremento de los gastos comunes y los alquileres. Es importante señalar, que estos últimos han registrado en enero un incremento interanual del 102%. El rubro restaurantes y hoteles presentaron una suba del 11,6%. En el primer caso, según explican desde la Secretaría tuvo impacto el aumento en el valor de los alimentos preparados. Mientras que, en el caso de los hoteles, el factor estacional impulso el alza que acumula una variación interanual del 118,5%.
Con respecto a los alimentos, los productos con mayores aumentos son: pan, cereales, leche, productos lácteos y huevos (6,3%). La variación interanual de alimentos y bebidas (incluyendo alcohólicos y no alcohólicos) se ubicó en el 103,9% aún cuando es uno de los rubros con mayor política de control de precios.
Los rubros con mayor alza interanual que se agregan a los mencionados anteriormente son: calzado y prendas de vestir (112,4%), Equipamiento y mantenimiento del hogar (106,9%), Educación (106,5%) y salud (91%).
Cuando miramos el análisis presentado por la Ciudad de Buenos Aires, no podemos dejar el análisis realizado discriminando el caso de los estacionales que llegó al 17,2%, mientras que los no regulados se ubicó en el 5,9%. Este último dato es relevante porque nos muestra la inercia de precios que se observa en aquellos bienes y servicios, que no fueron afectados por la estacionalidad, no están regulados y que probablemente mantengan la misma tendencia en el corto plazo.
Fuente: Secretaría de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Ciudad de Buenos Aires
¿Qué podemos esperar de la inflación de enero del IPC?
Si bien al analizar los valores en el país es posible que el nivel de inflación sea menor porque incida no sólo la ponderación de las diferentes regiones, también tendrá mucho impacto la toma de muestras.
En general, el INDEC hace sus relevamientos en bocas donde los productos bajo Precios Justos llegan mientras que la Secretaría de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires hace un análisis en el que suele tener una mayor incidencia los negocios de cercanía.
El valor probablemente sea menor, la pregunta es ¿cuán menor será? El primer dato lo arrojó el BCRA a través del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) entre los analistas privados colocó el valor nacional en 5,6%, y una inflación anual del 97,6% para todo 2023, lo que implica una leve baja de 0,9% a lo relevado anteriormente.
Los datos fueron consultados la semana del 23 de enero, y es de esperar que el valor final que el 14 de febrero de a conocer el INDEC este cercano a este valor.
Fuente: Relevamiento de Expectativas de Mercado – Banco Central
Del gráfico anterior se desprende que los analistas privados corrigieron a la baja sus estimaciones, y estarían marcando dos cosas significativas: el piso de la inflación sería el 5% y el mes con mayor impacto en el aumento de precios sería marzo para el primer semestre.
Lejos quedan las expectativas del gobierno de lograr bajar la inflación al 3%. Es evidente que el mercado no confía en que las medidas tomadas – programa de precios justos, suba de tasas y techo a las paritarias –, logre mover la inercia con la que vienen evolucionando los precios en el primer semestre.
¿Por qué los precios no bajan?
El mercado sigue leyendo que las políticas del gobierno no llegan a solucionar el problema de fondo y, por tanto, pierde la confianza. Se necesita controlar la emisión monetaria, pero si nos ponemos a analizar los números de la economía lejos queda la posibilidad de que esto suceda. Los intereses de los pasivos monetarios representan el 115% de la base monetaria – por aumento de las tasas e instrumentos –, esto deja en claro que en el corto plazo es imposible que se pueda reducir la emisión de pesos. En ese contexto, es lógico que los precios sigan subiendo.
A eso debemos sumarle dos graves problemas: que las tasas de interés están el nivel por debajo de la inflación – dependiendo del mes y del instrumento –, y la suba de los diferentes tipos de cambio que operan en nuestro país. En el primer caso, las tasas que se ofrecen hacen que el ahorrista se vea poco estimulado a realizar colocaciones y vuelque sus excedentes a consumo. Ante la falta de oferta, y la demanda constante, los precios suben. ¿Por qué consumir? Porque el pequeño inversor mira a su alrededor y sabe que mañana va a poder comprar menos que hoy, y no sabe si aquello que quiere comprar va a estar disponible.
En relación con el dólar: todos los tipos de cambio han subido, inclusive el oficial. Esto genera incertidumbre sobre el costo de reposición, y hace que la política de precios se vuelva más agresiva para tratar de evitar la descapitalización. La política del gobierno de redireccionar los escasos recursos en dólares para la recompra de deuda no generó el efecto deseado: se buscaba transmitir confianza pensando en que al reducir la deuda, se podría volver a los mercados internacionales. Sin embargo, lo que se leyó fue que habría menos dólares para la industria y el comercio, y estos respondieron con subas de precios.
¿Hay riesgo de hiperinflación? Aún no. Hoy estamos más cerca del escenario de la estanflación, algunos sectores y analistas creen que ya entramos en esta situación. Esto no deja de ser preocupante para toda la economía porque plantea grandes dudas sobre el futuro y el camino a seguir.
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