Como viene sucediendo desde hace ya mucho tiempo cuando el INDEC informa sobre los datos de pobreza e indigencia estos preocupan y mucho, porque resaltan que el problema ya es estructural en un país como Argentina.
Viernes 27 de septiembre de 2024, Mg. Yanina S. Lojo
El INDEC informa de manera semestral los datos de la pobreza y la indigencia en el país y la realidad no es alentadora. Según el informe publicado ayer el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 42,5%; en ellos reside el 52,9% de las personas.
En relación con la indigencia, es decir, que se trata de aquellos hogares en donde no puede satisfacerse las necesidades básicas el nivel alcanzo el 13,6% esto implica que han quedado incluidas 18,1% de las personas. En otras palabras: 15.685.603 personas son pobres mientras que 5.379.588 personas indigentes.
Con respecto al segundo semestre de 2023, señala el INDEC que la incidencia de la pobreza registró un aumento tanto en los hogares como en las personas, de 10,7 y 11,2 puntos porcentuales (p.p.) respectivamente. Mientras que, en el caso de la indigencia, mostró un aumento de 4,9 p.p. en los hogares y de 6,2 p.p. en las personas.
El problema de la pobreza y la indigencia no es nuevo en nuestro país, sino que es estructural. La realidad es que hace muchos años que los números dan vértigo y afectan a los segmentos más vulnerables, como los niños, lo cual implica que se está poniendo en riesgo el futuro.
En el primer semestre de 2024, el INDEC informó que, en promedio, el ingreso total familiar aumentó un 87,8%. Las canastas regionales promedio aumentaron 115,3% (CBA) y 119,3% (CBT). Dado que los ingresos en el período estudiado aumentaron a un nivel inferior tanto con respecto a la CBT como a la CBA, se observa que tanto la pobreza como la indigencia, presentan un incremento en el presente semestre, en relación con el semestre anterior.
Otro aspecto importante para resaltar es que el ingreso total familiar promedio de los hogares pobres fue de $407.171, mientras la CBT promedio del mismo grupo de hogares alcanzó $709.318.
El problema estructural
La pobreza ha pegado un salto en el primer semestre del 2024 como consecuencia de la recesión que golpea la economía, pero también de la inflación. En diciembre, y como consecuencia del ciertas decisiones que se tomaron, hubo un salto exponencial en el ajuste de precios. Recordemos que durante la anterior administración se congelaron precios, tarifas y tipo de cambio. Esto llevo a que desde diciembre a esta parte se tuviera que implementar una serie de medidas a fin de sincerar y estabilizar la economía. Como consecuencia de esto el poder adquisitivo de los argentinos, que ya venía diluyéndose, termino cayendo fuertemente. Según algunas consultoras privadas se espera que pueda llegar a demorarse dos años en recomponerse la capacidad de compra.
Si bien por la recesión económica se ha profundizado, la realidad es que veníamos desde hace mucho tiempo viviendo una estanflación que solo no se evidenciaba tan crudamente como consecuencia de que se sostenía artificialmente la demanda.
En el caso de la pobreza este valor no se observaba en casi dos décadas y es más que significativo porque no esta diciendo que una de cada dos personas es pobre en nuestro país. Por lo cual, continuar diciendo que Argentina es un país rico cuando hay un 18,1% de sus habitantes que no puede satisfacer las necesidades básicas es irracional.
Claramente se trata de una tierra vasta con mucho potencial, pero las decisiones que se han tomado en las últimas décadas han hecho que se desaproveche la capacidad que tiene el país para crecer, pero por sobre todas las cosas para brindarle a sus ciudadanos oportunidades.
El número que más duele
Cuando analizamos los datos y hacemos un desagregado por rango etario nos encontramos con lo que más tristeza nos provoca y es ver cómo cada vez más chicos se encuentran en situación vulnerable.
En el rango de 0-14 años nos encontramos con un 27% de la población indigente y un 66,1% de pobres. Realmente esto es muy preocupante: es una hipoteca al futuro de nuestra sociedad. ¿Cómo la Argentina va a salir adelante si los adultos del mañana no se alimentan adecuadamente? Porque partiendo de la base de que no reciben la nutrición adecuada en una etapa clave de su vida, es muy difícil que puedan alcanzar su máximo potencial.
Asimismo, la precariedad en la que viven los obliga a tener que llevar adelante tareas para tratar de asistir en sus hogares lo cual los aleja de las escuelas, los empuja a la calle y los deja en una situación donde se convierten en víctimas de muchas situaciones de violencia. Esto es lo más preocupante: no estamos velando por el futuro de nuestro país. Ya la pregunta no es ¿qué país le dejamos a nuestros hijos? Sino ¿Qué futuro tiene la sociedad si hoy no puede garantizar que los niños se alimenten adecuadamente?
¿Cómo se distribuye el índice a lo largo del país?
Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Noreste (NEA), 62,9%; y Noroeste (NOA), 57,0%. Las menores, por su parte, se registraron en las regiones Patagonia, 49,1%; y Pampeana, 49,9%.
Adicionalmente, en los aglomerados de 500.000 y más habitantes se observó un aumento de la pobreza de 11,0 p.p., en tanto que en los aglomerados de menos de 500.000 el incremento es de 12,3 p.p. con respecto al segundo semestre de 2023.
Un futuro incierto
En este momento, cuando se han dado a conocer estos datos muchos se rasgan las vestiduras buscando a quien machacarle la culpa. Y se pierde el foco de lo importante que es que en un país que es productor de alimentos, hay gente que apenas si puede hacer una comida diaria y de bajo contenido nutricional.
Y la solución no es la intervención del Estado. El Estado puede en algunos casos, mediante asistencia ayudar a determinadas personas a sobrellevar la situación, o darle herramientas para poder encontrar su camino. Pero el Estado no es generador de riqueza. Es el sector privado quien, mediante el trabajo, la inversión y el esfuerzo puede construir. Durante décadas se ha entorpecido el circulo virtuoso de la economía y se ha atentado contra la misma creación de riqueza. Muchas veces se han tomado medidas que supuestamente intentaban proteger la mesa de los argentinos y terminaron por dejar al borde de la extinción a cadenas productivas completas.
En este informe vemos números, pero la realidad es que estamos hablando de personas, y si caminamos por la calle y nos cruzamos con 10 personas, 5 pueden ser pobres porque es lo que nos marca la encuesta. Y 2 pueden ser indigentes. Esa es la realidad hoy, y lo más importante es cómo vamos a salir de este pozo. Con trabajo, con inversión, con esfuerzo. Hoy más que nunca debemos dejar de lado las divisiones, las peleas y las ideologías y concentrarnos en encontrar la salida. Solo si todos tiramos para el mismo lado vamos a poder encontrar la salida. Si hay algo que los argentinos tenemos en claro es que cuando nos unimos con un objetivo en común nada nos detiene. Podemos salir adelante.
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